domingo, 31 de mayo de 2009

SENTIRTE Y NO SENTIR

En el letargo de la noche que parece no tener fin,
Reposa tu cuerpo cansado, sueñas nubes verdes,
Y una caricia te roba el perfume de la nuca.

Las horas se suceden con sigilo, temen agazaparse
Y yo espero lo que jamás vendrá, sueño con tus manos,
Tus caricias, perfume y nuca.

Debajo de tus párpados encuentro la vida.

Dedos voraces entre las sábanas hurgan en mi inocencia,
Penetran agónicos en una humedad que no les pertenece,
Y un gemido huye de mis labios, seguido de tu nombre.

En tus sabanas no cabe lugar ya para gemidos,
La inocencia es un insulto, la humedad se evapora
Y agónicos están los verdaderos dueños de mis labios.

Tu vida la encierro entre mis pechos.

Susurras deseos, el anhelo de un ideal,
Moribundo clavas tu angustia en el último peldaño
Miras al vacío de la habitación y absorbes su negrura.

Donde no queda ya luz, se esboza la verdad
Y un antagónico reflejo me encandila,
Muero en tu vacío, arrastro todo con el.

Abre los ojos, mira el ocaso de nuestro paraíso.

Y duerme para siempre, sueña con tus nubes verdes y yo,
Yo procuraré humedades desdeñosas, invitaré coros,
Festejaré la parodia de estar viva y no sentir.

La irónica certeza de sentirte y no sentir.

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